Santuario de Arantzazu
Símbolo de vanguardia, pero símbolo sobre todo de orgullo vasco. Este santuario es especial porque fue construido entre los siglos XIX-XX y en él participaron los principales artistas vascos del momento. El lugar es increíble entre las montañas guipuzcoanas (en concreto ahí convergen las sierras de Elguea, Aitzkorri y el macizo de Aloña) muy cerca del precioso pueblo de Oñati, es perfecto para meditar y reflexionar (rezar por supuesto, para aquellos que lo hagan).¿Y por qué este lugar? La misma historia de siempre. A un pastor se le apareció la imagen de la Virgen María en 1468 entre los espinos y exclamó "¡¿Arántzan zu?!" (entre los espinos, tú?) de ahí proviene el nombre. Los habitantes del pueblo decidieron construir el primer santuario que denominaron "Casa de María" y comenzaron a acudir a él con gran devoción. Los franciscanos llegaron en 1499 a este lugar y son los custodios del santuario desde entonces. Ignacio de Loyola pasaría una noche en Arantzazu(1522) y desde aquí comienza su peregrinaje (no queda muy lejos el santuario de Loyola). De aquel primer santuario no queda nada, debido a varios incendios. Pero como ya he comentado, es un orgullo para la historia vasca y había que mantenerlo. Así, en el siglo XIX se construye lo que hoy es la cripta y en el siglo XX la basílica, asó como la decoración de las paredes de la cripta.
El santuario cuenta además de con una basílica (en la que se encuentra la virgen de Arantzazu, patrona de Guipúzcoa) con cripta, un centro de interpretación, un lugar denominado "El Misterio" donde poder reflexionar muy al estilo zen y una hospedería.
La basílica tiene las puertas realizadas por Eduardo Chillida, las vidrieras por Fray Javier María de Eulate, la fachada principal por Jorge Oteiza y el pintor Lucio Muñoz se encargó de la decoración del ábside. Todo bajo el control de los arquitectos Sáenz de Oiza y Luis Laorga. Realmente impresionante es la cripta. Para aquellos que no les guste bajar a las profundidades, en este caso, no os la perdáis. Toda decorada con murales del pintor Néstor Basterretxea, es espectacular. Destaca un gran Cristo resucitado que se sitúa en el altar.
fotógrafa: samimi
Etiquetas: arquitectura, arte, historia, lugar, sociedad
Muy bonito el paraje y desde luego interesante de visitar. Especialmente por ver cómo se puede crear un complejo arquitectónico con la participación de varios artistas de la tierra.
La sala del misterio desde luego sería del agrado de los maestros Zen, :P
Posted by Anónimo | 17:02