Keloğlan, un arquetipo en la narrativa oral turca
Keloğlan siempre encuentra solución a un problema. Una respuesta basada en la razón. En algunos cuentos cuando todas las soluciones fallan incluso aquellas en las que participan las fuerzas sobrenaturales y los poderes mágicos, se recurre a Keloğlan. A veces los narradores que recitaban las historias no daban una respuesta aparentemente muy clara o elaborada y dejaban la interpretación a los oyentes sugiriendo que había soluciones de las que no siempre somos conscientes. Los cuentos tienen moraleja y utilizaban frases cortas o largas según el público al que fuese dirigido.Keloğlan tiene varias funciones en los pensamientos y actuaciones del pueblo que se identifica con él. Es el encargado de llevar a cabo un buen gobierno guiando al sabio y al gobernante y además enseña al pueblo a convertir los sueños en realidad. Es el símbolo de “ganador final”.
Su nombre significa “niño calvo”. Porque siempre permanece así, independientemente de su edad o de la razón médica que le provocó ser calvo a tan temprana edad. Suele ser el miembro más joven de su familia. Nunca se le toma en serio al principio, debido a su apariencia física y su vestimenta. A veces incluso los miembros mayores de su familia quieren aprovecharse de él. Sólo tras una injusticia perpetrada contra él, Keloğlan entra en acción. La primera lección de cualquiera de sus cuentos sería “una inesperada piedra caerá sobre tu cabeza”, que viene a decir que las apariencias engañan.
Sus cuentos suelen tener lugar en Asia Menor, donde los uruks oghuz y turcomanos constituyeron el imperio Selyúcida y se establecieron mucho antes de la batalla de Manzikert en 1071. Los cuentos mezclan la religión que predominaba en aquella época el shamanismo turco con las religiones con las que tuvieron posterior contacto como el zoroastrismo, budismo y mithraísmo y la posterior llegada del Islam. Ese shamanismo turco estaba basado en la espiritualidad, la hospitalidad, la generosidad, el valor y la capacidad física. Tenía dos vertientes la monoteísta con el dios Tengri y la de deidad dual con Erlik y Dirlik (dioses del cielo y el subterráneo respectivamente). Esos aspectos culturales son importantes pero entender el trasfondo de muchos de los arquetipos de la narrativa oral turca.
Keloğlan como un novio muerto
Keloğlan, el niño tiña, debía tener muy mala apariencia, pero era listo. Se enamoró de una chica de su barrio, pero no era capaz de comunicarle su amor ni de pedir su mano a su familia. Después de pensar en ello por un tiempo, llegó a una salida muy inteligente para conseguir a la chica. Llamo a su madre, “¡Madre, madre ¡ ¡Ven aquí! “¿Qué pasa hijo?, preguntó su madre.
Keloğlan dijo: “Madre, me voy a tumbar aquí como si estuviese muerto. Tienes que empezar a llorar y decir, “Oh, mi Keloğlan , mi niño tiña, está muerto! Era muy joven para morir, y sus deseos no fueron cumplidos!”. Entonces se tumbo como un muerto. Su madre inmediatamente comenzó a lamentarse. Lloró y dijo, “Oh mi Keloğlan, mi niño de tiña, está muerto! Era muy joven para morir y sus deseos no se habían cumplido todavía!”
Los vecinos pronto escucharon los lamentos de su madre y comenzaron a entrar a su casa. Entre ellos estaba la chica que Keloğlan quería y su familia. Todos vieron a Keloğlan tumbado muerto en el suelo y todos manifestaron sus condolencias a su madre. La familia de su amada dijo, “ Si hubiese querido que su hijo Keloğlan se casará con nuestra hija, se la hubiésemos dado”. Pensaron para sí, “Ahora está muerto, no puede haber ningún daño en decir esto”.
Pero eso era precisamente lo que Keloğlan había estado esperando. Su plan había sido llevado a cabo con el fin de que dijeran esa frase. Tan pronto como les oyó decir eso, se levantó de un salto y agarró a la chica. Desde entonces, cumplieron todos sus deseos.
Fevziye Abla, Kilis, Gaziantep, 1990
Traducción inglés- español: samimi
Etiquetas: cuento, literatura, sociedad