Sultanas

El Islam permite la poligamia, siempre que el marido pueda mantener a sus esposas. En general, sólo los ricos tenían varias mujeres. Durante el Imperio Otomano (1300-1922), el Sultán tenía un harén en palacio repleto de jóvenes. Pero de esas jóvenes sólo cuatro eran mujeres (kadın) del Sultán, el resto eran concubinas u odaliscas. El príncipe vivía separado de todas las mujeres del serrallo y de todas las demás musulmanas, excepto de las que ya no podían tener hijos; hasta que subía al trono. En el caso de que alguna de sus mujeres no le diera un heredero, el Sultán podía elegir a otra esposa y, así sucesivamente hasta nueve. El motivo de que se tengan que limitar a nueve mujeres es porque Mahoma no tuvo más de ese número.

A partir del reinado de Bayaceto I (1354-1403), los matrimonios dejaron de ser un hecho solemne y legítimo, y las esposas del sultán eran elegidas entre las jóvenes esclavas (odaliscas) educadas dentro del serrallo en la religión y la cultura islámica. No sé sabe muy bien el por qué de esta ley, el caso es que a partir de entonces ningún príncipe europeo quiso dar a su hija o hermana como esposa del Sultán y mucho menos si tenía que convertirse en esclava. Las odaliscas o esclavas, que recibían una educación en el serrallo y que para entrar tenían que ser niñas vírgenes menores de siete años; si eran hermosas o tenían cualidades se podían convertir en concubinas, las concubinas podían pasar una noche con el Sultán; si tenían suerte de dar a luz un hijo, se convertirían en favoritas (ikbal) y de ahí podían acceder a ser sultanas (kadın).

El papel de las sultanas fue enorme especialmente en los siglos XVI y XVII. Las constantes intrigas en el harén y las luchas por conseguir que un hijo fuera el heredero, tuvieron su máximo exponente en Hürrem, esposa de Süleyman el Magnífico (1520-1566); Nurbanu, madre (Valide Sultan, la máxima autoridad entre las mujeres) de Murad III (1574-1595)y Safiye su esposa; Kösem, madre de Ibrahim I (1640-1648) y su esposa Türkhan.

Ayer estaba leyendo el libro "El Imperio Otomano" de Antonio Roger (1943) y llegué a un apartado divertido a este respecto. No sé los hombres actuales que opinarán sobre él.

"Todos los autores han ponderado la belleza de las mujeres de Georgia, y principalmente la de las circasianas, pues unas y otras pasan por las más hermosas del mundo. Sus formas son casi las mismas que nos representaron los estatuarios griegos y que nos parecen el bello ideal: sus ojos son negros y grandes, su tez en extremo blanca y sonrosada, sus facciones finas y proporcionadas, y, en una palabra, tienen todo cuanto constituye una hermosura extraordinaria.

Tales son las circasianas del serrallo elegidas para el Sultán, pero su belleza monótona y sin expresión carece las más de las veces de la vivacidad, de la gracia y del atractivo de que ordinariamente están dotadas las mujeres de los países que baña el Mar Mediterráneo, cuya razón, unida a la circunstancia de que las circasianas dan pocos herederos a sus esposos, son causa de que los sultanes prefieran las mujeres del Mediterráneo, y en especial de Italia, menos regulares en su hermosura, pero que superan siempre a sus rivales en gracia, viveza y amabilidad. Sobre todo les aventajan en la agudeza de sus chistes y respuestas, muy agradables para los turcos, que como no tienen casi otra distracción ni otros placeres que los de su harén, gustan de que el alegre aturdimiento de sus favoritas les distraiga de sus continuas ocupaciones, además de que aprecian mucho la fecundidad, y las italianas tienen para ellos esta favorable recomendación (son más fecundas y dan más hijos barones)."

Etiquetas: historia

Publicado por samimi el martes, enero 09, 2007 a las 22:36 | Permalink